Lo confieso, yo no fuí

"Esto es el caos...pero funciona...no lo toquen..." Jiménez de la Beraza

martes, 12 de abril de 2011

El amor y las uñas verdes

Discutió mil veces con Tito por absurdos. El más grande, el amor. Le decía que esas cosas no tienen pies ni cabeza, que la madurez emocional no encaja en el amor ni el amor la encaja, y al final -decía-, que te lo dije que ni la casa, ni el beso, ni que me presentes y buf, es que mira...¡mira! ¡mira mis uñas morididas, Tito!...tanto ñaca ñaca me he comido hasta el esmalte verde. Total para qué, ¿que sabes qué?mejor terminamos.


A las diez, cuando salió de la ducha, se sentó a canturrear al borde de la cama mientras se pintaba las uñas de los pies. Pensó qué es el amor y cómo brilla un ojo cuando se enamora y ¡qué bonito es el verde en los deditos!, el verde que llena escaparates durante todo el 2011. Verde, el amor debe ser verde, pensó. Salió corriendo a su cita con un desconocido. Dos horas más tarde había vuelto enamorada, loca, y con el verde intacto. Jamás volvería a morderse las uñas.